martes, 12 de julio de 2011

Historias del Paso y a paso. Parte I: Rosadita y ESE lugar

         Este fin de semana pasado, tuvimos el valor para adentrarnos en una de las tierras más peligrosas y abandonas del mundo: El Paso. Así es como le dicen sus habitantes, se pueden escuchar frases como: "Que lindo el Paso" o "Que tranquilo esta el Paso hoy".
         Pero la aventura nació antes de llegar al Paso. Eramos 4 personas al principio, las que nos íbamos a atrever a ir. Una de esas personas, a la que para ocultar su personalidad voy a llamar "S.Ele", no pudo reunirse con nosotros. ¿Por qué? Se preguntarán. Nadie lo sabe, algunos dicen que se dedico a actividades lujuriosas para poder vender su cuerpo y así comprar su alimento favorito: Mogul (Una horrible mezcla de jarabe para la tos, antioxidantes y sangre de animales). Otros dicen que nuestro/a compañero/a S.Ele tuvo un enfrentamiento con los jefes de su tribu, que para proteger su personalidad vamos a llamar: "Papa 1 y mamá 1". Se dice que las leyes de su tribu no permiten que un miembro se aleje solo por mucho tiempo.
        Así fue como solo quedamos 3 personas: Yo y otros 2 compañeros a los que llamaremos "Kanthurooo" y "Puta sucia". Cuando tomamos el tradicional medio de transporte para salir de nuestro pueblo natal para dirigirnos a otro gran pueblo llamado Corrientes, nunca nos habríamos imaginado que nos encontraríamos con un/a antiguo/a camarada/o, que para ocultar su personalidad llamaremos "Rosadita". El tradicional medio de transporte es una carreta tirada por nosotros mismos, en la que tenemos que llevar a niños y ancianos. Es una tarea que requiere mucho esfuerzo y equilibrio. Pero en un peligroso risco Rosadita casi cae hacia la nada. Con una sorprendente habilidad en ballet, pudo recomponerse y salvarse de una muerte segura. Para que entiendan las emociones del momento, me remitiré a unas palabras de Puta sucia: "Ay no, que miedo".
       Con mucho esfuerzo y tirando arduamente de las carretas llamadas "Chaco-corrientes", llegamos a Corrientes o Coshientes como algunos la llaman. Después de tanto esfuerzo, teníamos mucha hambre, así que  Rosadita que es experta en corrientología, nos dijo que nos podíamos dirigir a un local de comidas cerca de allí.
       Habíamos llegado a una versión pobre de la importante cadena de Mc'Donalds, nos sentamos en uno de sus tradicionales asientos de mimbre y al tratar de hacer un pedido, una frase nos heló el corazón y no tuvimos otra opción que irnos aterrorizados. Esta frase no es apta para cardíacos o embarazadas, así que espero que resistan a leerla textualmente. "No hay cambio", esa era la terrorífica frase que hizo que salgamos atemorizados de ahí.
       Pero nos esperaba algo peor.Rosadita nos advirtió, pero teníamos tanta hambre, que nos dirijimos a ESE lugar. ESE lugar era conocido por la maldición que tenía sobre el, pero nosotros no la conocíamos . Era un lugar horrible, grotesco, asqueroso. Hasta un orco se aterrorizaría de comer en ese lugar. Cuando nos sentamos, nos arrepentimos de dirigirnos allí. La persona que nos atendía combinaba con el lugar, al igual que la gente que estaba comiendo allí. Todos eran horrible y grotescos. No entendíamos porque la gente seguía viniendo y viniendo. Hasta que probamos la comida.
       Al principio era horrible, como todo el lugar. Pero nos dimos cuenta que cuanto más comíamos, más y más hambre teníamos y más queríamos comer. Seguíamos comiendo y comiendo toda la comida que nos servían. Era tan barata y tan hechizante que comíamos carnes, pastas, sopas, todo. Tragábamos como cerdos pero no lo notábamos, nosotros seguíamos comiendo y comiendo. Entonces lo vimos, sin querer Kanthurooo se miró a sí mismo en un espejo y lo notó: Nos estabamos haciendo feos.
       Nuestra piel se secaba y se agrietaba, se ponía oscura, salían verrugas. Nos estabamos pareciendo a la gente que recurría al lugar. Se prendió la lamparita y notamos que la maldición del lugar nos iba a dejar por siempre en esas condiciones: Comiendo y comiendo y siendo horribles para siempre.
       Y ahí miré la comida y me di cuenta horrorizado de algo. Estábamos comiendo pedazos de personas que   fueron consumidas por la maldición. Todos reaccionamos asquerosamente, hasta vomitamos del asco. En mi plato había una verruga y un ojo totalmente negro. Puta sucia nos dijo desesperadamente que salgamos con la siguiente frase: "Ay, que asco".
       Estábamos corriendo desesperadamente, cuando la dueña del local nos vió y nos dijo: ¡NO PAGARON LA CUENTA!. Entonces todos los que estaban comiendo se levantaron de sus mesas y empezaron a corrernos. Puta Sucia empezaba a cansarse, entonces con Kanthurooo tuvimos que tomar una acción rápida, llamamos la atención de las personas horribles y fuimos señuelos. Quedamos en encontrarnos en un punto del pueblo y dejamos al cuidado de Puta sucia a Rosadita.
       Y esta historia continuó, pero vamos a cortes comerciales.

No hay comentarios:

Publicar un comentario