Hipocresía

La última persona del mundo no es hombre ni mujer, no es alta ni baja, gorda ni flaca, ignorante ni inteligente, linda ni fea, blanca o negra, limpia ni sucia, feliz o infeliz.
La última persona del mundo no tiene nadie con quién compararse, es un fruto maduro que se cayó de su árbol y busca desesperadamente sus raíces para poder vivir.
Escava para buscarlas y encuentra huesos y libros, los fantasmas de sus antepasados lo atormentan en vida y nunca va a terminar de leer todos los escritos que encuentra.
Guarda los cadáveres en un cementerio para volver a ellos por culpa y los libros en una biblioteca para sentirse inteligente aunque sabe que no descubrió nada nuevo.
La última persona del mundo agradece serla, desea fervientemente en que el último vestigio del hombre desaparezca con él. Odia tener humanidad, quiere volver a la naturaleza pero sólo encuentra escombros y tierra, nada de vida.
Quiere dejar un mensaje para el futuro pero no sabe en que idioma dejarlo, porque sólo sabe un idioma, el idioma que borró los otros idiomas, y no quiere dejar a los seres del futuro la maldición que conlleva la última lengua del hombre.
Todas las noches el último ser humano observa las estrellas y ve el último brillo de vida, pero le es inalcanzable.  Se traga sus lágrimas, el agua más dulce que tiene y sueña con un pasado mejor.

Esto no está muy lejano de nosotros, esto somos nosotros:
Estamos tan comunicados que estamos solos, buscamos diferenciarnos tanto que no nos identificamos con nada y no tenemos identidad, anhelamos el pasado y el futuro pero despreciamos el presente, nos creemos la especie más desarrollada y le atribuimos características humanas a las mascotas para no sentirnos solos, vivimos investigando para darnos cuenta que todo es en vano ya que vamos a morir sin importar lo que hagamos.

El hombre es raro, creó la palabra hipócrita cuando esta no tiene sentido.
La palabra hipocresía es hipócrita, todo lo que hacemos es hipócrita: el sol da sombra y el frío nos quema.

Etapa nueva, mirada nueva, casa nueva, vida nueva

Perdoname blog por dejarte tirado por mucho tiempo, te voy a contar por qué creo que esta es una etapa nueva de mi vida.

La gran prueba consiste en que miro escritos miós pasados y quiero cambiarlos o "correjirlos", pero los dejo así nomás ¿no?, a mí yo anterior no le gustaría que cambie algo de lo que escribió.
De Bs As no te puedo decir mucho todavía, me tumba para atrás la ciudad. Miro para arriba y los edificios me intimidan, miro para adelante y el asfalto parece no terminar nunca, miro a la gente y muchas no tienen expresión: No se dan cuenta o no quieren darse cuenta o ignoran el hecho de que hay otras personas con ellos, y eso que no vengo del campo eh.
Estoy encerrado en este departamento todo el día, leyendo, pensando, enojándome, dudando, autosatisfasiéndome la mayor parte del tiempo, pero la clave es que este departamento ahora es mi realidad primaria junto con el camino hacia y la facultad.
Tengo una plaza a la que nunca fui a media cuadra, pero estoy muy ocupado en esta nuevo ambiente que no me ofrece nada salvo la intimidad.
Mi manera de pensar está cambiando, mi manera de escribir está cambiando, la ciudad me está moldeando y odio estar rimando. Dentro de poco voy a perder la capacidad de la asombro y voy a ser indiferente como las otras personas y sus crudas expresiones.

Me cansé de hablar de mi mismo, no es la idea del blog. Así que les voy a pasar algo de depresión (porque es la mejor manera de vengarme JEJEJEJE)  a mis lectores o futuros lectores o a mi yo del mañana. Antes de empezar quiero aclarar que no estoy triste ni menos,estoy muy contento y al final les voy a saber el por qué.

Fulanito es un chico orgulloso de sus logros, tiene trofeos de Rugby, Fútbol, patinaje artístico, pintura, ajedrez, hula-hula, cocina, tiene más trofeos que cantidad de pokemóns.
Fula es una mujer de mayor edad que está contenta de la familia que creó, y sus días se alegran contándoles anécdotas a sus nietos.
Flofi es la chica más conocida de la ciudad, sus enemigos se cuentan con una mano. Hace obras de caridad, va a la iglesia, es sana y dentro de poco está por irse a vivir con su novia (para mí publico lesbiano católico puritano).
Fronino conoce el mundo como la palma de la mano de esa persona que acaba de pasar por al lado suyo. Recorrió todo y sabe más olores, sabores, texturas, sonidos y colores más que cualquiera.

Cada uno va a estar más de acuerdo o no con alguna de las 4 hipotéticas vidas que nombré (Salvo la vida de la pobre Flofi que no existiría en este mundo), la pregunta es ¿El mundo va a seguir siendo el mismo cuando mueran?
Cómo buen estudiante de sociología debo responder que sí, ninguno va a cambiar el sistema de escritura, el sistema de educación, la economía o cualquier estructura objetiva que está desde que nacimos.
¿Qué sentido tiene esto que les dije? Ninguno, porque no pueden proponerse cambiar lo que les dije o si quieren cambiarlo la vida no les va a durar tanto, así que la muerte va a perder sentido porque para cambiar o conocer lo que queremos  tenemos que vivir más y entonces la vida va a perder sentido por sacarle el sentido a la muerte.
Esto mis queridos amigos, es sociología pura en la que ninguno de los padres fundadores puede estar en desacuerdo.

Pero yo soy Dario y todavía no soy un sociologo a sí que creo en que aunque nuestra vida está determinada por desde el lugar donde nacimos con su lenguaje ,su enseñanza o su sistema económico, nos abre un abanico de posibilidades diminuto pero posibilidades al fin y al cabo. Yo voy a decidir que comer y cómo hacerlo, a quién amar, a quién odiar, si cuidar mi salud o no y otras cosas más. La naturaleza nos determina en un ciclo de vida y la sociedad nos determina en una jaula de hierro. Pero posibilidades tenemos, si no todos seríamos iguales.

Mi consejo: Elijan entre las posibilidades que pueden elegir y sean concientes de cómo  nos determinan, y lo más importante: dejen un legado.

Fulanito va a ser admirado y seguramente va a incentivar a nuevas generaciones. Fula deja otra nueva generación de la que seguramente va a estar orgullosa, la pobre Flofi incentiva a que personas cómo ella intenten lograr ese cambio y Fronino va a dejar anécdotas que van a perdurar por años.
El cambio no e sposible en una generación, pero la Edad Media no es la misma que la Edad Moderna, eso seguro.