lunes, 21 de marzo de 2011

Otoño

 Ojos que se despiertan a las 7 de la mañana
 Una frazada fuerte que de abrazarte no para
 Olor a café, tostadas quemadas
 Un buzo canguro y narices coloradas


 Caminos crujientes, vientos fresquitos
 Paisajes naranjas, remises amarillos
 Perros que pasean a sus dueños dormidos
 Nubes con formas, sol calentito

 Conversaciones de restaurantes, ruidos de tacones
 Gente atareada, baldosas de canciones
 Fuentes calladas, plazas vaciadas
 Árboles musgosos, tierra mojada


 Ruido de lluvia, tele apagada
 Pie de limón, sonido de cucharas
 Cuentos largos, pájaros que cantan
 Olor a papel viejo, bufandas que viajan


 Subtes llenos, kioskos con revistas
 Submarinos chocolatosos, medias entretejidas
 Hojas que caen, verano que termina
 Aries cumple años, el otoño se avecina





sábado, 19 de marzo de 2011

La bataille des couleurs

    ¿Acaso todo lo que veo es como yo? ¿Acaso yo nací de lo que estoy pisando?
     Esto era lo que se planteaba el protagonista de nuestra historia cuando tubo conciencia, obviamente nunca pudo usar estas palabras ya que nuestro protagonista es un hombre de Cro-magnon.
     ¿Qué era su alrededor? ¿Qué era el? Pero lo que más le llamaba la atención, era todo lo que podía ver, toda la información que le proveía específicamente ese sentido. Todos esos colores, esos maticez, la luz, la oscuridad,  era algo tan curioso que a veces se pasaba horas acostado mirando el cielo, las montañas. Qué aunque se encontraba en la Europa occidental, estos paisajes eran parecidos a los del norte de Escandinavia de la actualidad.
     Se hubiera quedado días mirando de no ser porque su manada lo llama para cazar a otra manada de bisontes. Nuestro protagonista espabila, toma su lanza y alcanza a su grupo. Hubiera sido una caza ordinaria si no se hubiera dado cuenta de ese color que tanto surgía, ese color que brotaba de los animales cuando la punta de alguna lanza atravesaba la piel de las presas, era como agua, pero no se movía como en los arroyos o lagos, tenía menos movimiento al quedar impregnada en la nieve pero aún así estaba mas viva. Había visto ese color antes, pero nunca le llamó tanto la atención como aquella vez.
    Desde ese día, se obsesionó con la búsqueda de ese color, se dio cuenta que al mezclar la fuente de ese color proveniente de los animales con el suelo, se vuelve más oscuro, más pegajoso, y por accidente también descubrió que puede moverlo a su manera, hacer ríos pequeños en la tierra, círculos, cualquier forma que quisiera. Su tribu ya no tenía que insistir tanto en que vaya a cazar con ellos, porque estaba decidido a obtener más de ese preciado color.
    Con mucho esfuerzo pudo aprender a obtener el color de otras formas, con pigmentos extraídos de la tierra, así ya no tendría que cazar y se podría concentras más en pintar, pintar la gran cueva de la manada para demostrarle al mundo que el había descubierto el color, que el encontró la cosa mas hermosa del mundo
   Pero con le tiempo sus pares se enojaban más y más, primero porque no colaboraba con la caza, luego porque los ignoraba y finalmente por simple envidia de la obra maestra que estaba elaborando, el solo había inventado sin querer herramientas para poder llegar al techo de su cueva, decorándolo con su codiciada obra maestra.
   Un día un miembro del grupo lo interrumpió, y provocó una rayadura que hizo parecer que un ciervo tenga cinco patas ¿Qué iban a pensar las personas cuando vieran ese error? Era inaceptable. Sin pensarlo nuestro protagonista atacó a ese no-conocedor del arte, tomo su lanzá y lo mató. No sintió ningún remordimiento, ya que había encontrado también más de su preciado color.
   No todos estaban celosos de nuestro pintor, muchos lo alababan y lo tenían como maestro, hasta el dejó que algunos fueran sus aprendices y pintaran algún que otro animal chico. Estas personas fueron las primeras y únicas en defender a su maestro cuando el resto de la manda se puso en su contra.
  Así, la manada se dividió en dos, nuestro pintor y sus aprendices decidieron defender la cueva a toda costa, y los otros, envidiosos, se empeñaban en destruirla.
  Así es como surgió la primera guerra humana, murieron quince individuos de los dos bandos, doce de la manada y tres del lado del pintor, el pintor quedó solo frente a toda esa masacre, que para el, era color, era maravilloso. El primer artista humano fue a la vez el primer general
  
 Ni los 4 adolescentes franceses que la descubrieron , ni su perro, ni cualquier persona, nunca se habría imaginado la verdadera historia que conlleva la legendaria cueva de Lascaux, una obra maestra que no demuestra como el hombre lucha contra el animal, sino que demuestra como los conocedores del arte, los cultos, los que comprenden lo maravilloso de la vida, eliminan a la barbarie, a los brutos, a los que solo viven por vivir, en la llamada: "La bataille des couleurs"

sábado, 12 de marzo de 2011

Tarblaelngaus



Y Pablito clavó un clavito.


Claro como el agua
Literal como la biblia
Confuso como la sexualidad de la Gioconda