lunes, 24 de septiembre de 2012

Inquisición

   
     Encerrada, apresada, encadenada, prisionera, enjaulada.
     Frío, congelado. Hambre, mucha hambre. Ansiedad, nervios, miedo, lágrimas, desesperación.
   
     Las personas desean tanto saber lo que les depara el futuro, son tan ilusos al creer ver en ese futuro el que tanto quieren. ¿Y si el futuro les muestra la muerte? ¿Qué harían si se les dice que dentro de diez horas van a morir?

     Esperando a ser ejecutada, la bruja está encerrada en el calabozo. En cuclillas, abrazando sus rodillas llenas de lágrimas que siguen cayendo sin saber el por qué. Había llorado tanto que ya olvidó o no sabe por qué más llorar. Ah! iba a morir, desaparecer. Lo recordó y lloró de nuevo.
    Su jaula era fría y oscura, sin contacto, ni siquiera alguna rata amiga. El rayo de luz que a veces entraba salía desde una puertita por donde le pasaban un cuenco con agua sucia y pan podrido. La luz solamente le recordaba la distancia que había entre ella y su libertad, y el momento en el que podría verla de vuelta sería para liberarse del mundo para siempre.
    Tenía tanta hambre que se abalanzó desesperada sobre el cuenco para devorar su contenido. Sabía horrible pero tal vez podía parar el dolor insistente de su estómago.
    El solo imaginarse la hoguera... No, no debía imaginársela, por lo menos que los últimos momentos de su vida fueran calmados. Estabilizó su respiración y dejó de llorar, estaba preparada.

    Seiscientos años después, esperando a ser ejecutada, la bruja está encerrada en el calabozo. Acostada boca-abajo sobre su cama, muerde su almohada llena de lágrimas tratando de desquitarse con algo que no sea ella misma. Todo lo que logró hasta ahora iba a terminar, ya no tenía por qué vivir si sus sueños estaban aplastados.
    Su habitación era fría y oscura, no podía juntar suficiente dinero para pagar la electricidad, el rayo de luz que a veces entraba por su ventana, era para recordarle como el vecino de al lado tenía todos sus servicios pagados aunque no había estudiado en toda su vida. Ah! Toda su vida estuvo estudiando para esto, para que la denigren así.
    Tenía tanta hambre que se rebajó a pedirle al vecino de al lado un poco de pan. Desde chica había visto lo penoso que puede ser un mendigo y ella lo estaba repitiendo, realmente su vida ya no vale nada si no le queda ni un poco de dignidad.
    El solo recordar el tribunal... No, no debía recordarlo, por lo menos que los últimos momentos de su vida fueran calmados. Estabilizó su respiración y dejó de llora, estaba preparada.

    La bruja estaba atada sobre un poste.
    La bruja se paró en su silla.

    La luz la cegaba y las voces de las personas burlándose e insultándole resonaban en su cabeza.

    La campesina estaba deseando ahora ser verdaderamente una bruja, volar con sus alas y maldecir al mundo incapaz de tener alas como ella. El olor a humo la trajo de vuelta a la realidad y comenzó a aullar del dolor.
    La ciudadana estaba deseando haber hecho realmente mal su trabajo. Era tan injusto ser condenada por ese tribunal científico y sacarle su licencia. La cuerda balanceándose la trajo de vuelta a la realidad y comenzó a llorar desesperadamente.

    Las brujas siguen existiendo.
    

 

domingo, 23 de septiembre de 2012

Sasunasusuke y la peliamarillento


    Había una vez en una ciudad llamada Resistencia, una joven plebeya que se levantaba después de reiterados intentos babeada y con olor a Dulce en la boca. Limpió la baba de su almohada, la empujó a Dulce de su lugar, se dio la vuelta y siguió durmiendo.
    Cuando comenzaba a soñar de nuevo, una voz la interrumpió retándola. Tratando de recordar que estaba soñando, prende la computadora, revisa sus mil notificaciones de facebook y se dispone a cepillarse lo dientes ¿Yo era el zombie o Nanu? pensaba mientras automáticamente realizaba los movimientos circulares con el cepillo.
    Percibió un olor desagradable, feo, caca. Olía a ... ¿Mortadela? Disgustada volvió a su habitación. Se quedó mirando por un largo rato su cama, con una mirada perdida y sin ningún rastro de sentimientos, nadie se daría cuenta que mientras, estaba pensando cómo podría continuar la historia que... ¿No era Benita un zombie también?
     La computadora al retuvo hasta las 13:35 ya que faltaban -15 minutos para que el colegio abra sus puertas. Mientras escuchaba el soundtrack de la cenicienta decidió (con ayuda de las insistentes voces que la llamaban) dirigirse al comedor.
     Comió con el olor a mortadela y se vistió para ir al colegio. Mientras, maldecía seguir yendo a la escuela y añoraba un futuro más emocionante para ser ¿Psicóloga, psiquiatra?
     Pensando en su futuro todo el día en el aula, volvió a su casa para jugar un MMORPG (está gritando) que la distraía un poco de pensar a la vez que la envolvía en una realidad bastante cercana a la que deseaba. Ya siendo las 03:36 se recuesta para dormir pensando en comenzar otro día nuevo y aburrido.

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   ¡!

     Selse se levantó asustada y con una respiración agitada.
     La reina, superheroina, shinigami, ninja, demonio, bruja y (puta) muy contenta de su figura , comenzó su día con el pie equivocado.
    El mago, ninja, arquero, de hielo y detective le preguntó que le pasaba.
    Selse le contó su sueño con todos los detalles, mientras iba avanzando en la historia se comenzó a reir por lo tonto que sería imaginar que Dulce es un perro y no su ESCLAVA PERSONAL.
    El hechizero, shinobi, de frío e investigador privado, tampoco pudo evitar no contagiarse de esa risa, cuando recobró un poco la compostura le dijo: "Otra vez, para mí que investaste"

   Sólo por hoy porque por convención social es un día importante, te regalo otra realidad. Pero me tenés que decir "¡Protesto!, cuando decís mago y todo eso vos también querés otras realidades" a lo que te voy a regalar que me ganes el juicio.
   Y cómo te tengo que dar otra cosa para que sean 3 :


Una foto de los 2 pero yo soy el más flaco